Floreciendo el Alma Humana


Las almas humanas viven y se mueven en Dios. Surgen de su fuente inicial como un rayo Divino, y entra en el universo ilimitado para hacer el trabajo reservado para él. El alma es eterna. Es eterna así como Dios es eterno.

Pero, mientras Dios es completamente invariable, el alma constantemente está cambiando, y se desarrolla para adquirir nuevas calidades. El Alma debe evolucionar y crecer en cada uno de nosotros por eso, debemos cultivarla.

Las almas humanas viven y se mueven en Dios, existen dentro de Él en eternidad, lamentablemente las personas la desconocen, no están conscientes de ellos como almas, sino como personalidades y la personalidad no es más que el hombre físico, y no el ego real que es el alma. Los seres humanos se inclinan a conocer las personalidades de otros, más no sus propias almas que son al final sus verdaderos vecinos y compañeros.

Sólo dentro de nuestra alma, Dios manifiesta su llenura, y su Amor. Y los hombres se empeñan en expresar su amor a través de su corazón, por eso sólo lo medio-expresan. Otros aman a través de su mente, por eso sólo aman a medias y esta es una de las razones que dan origen a todas las debilidades en el mundo, las cuales se levantan de cosas hechas por mitades. Por que el amor verdadero reside en el alma.

Por esto, el alma humana es solo un capullo en cada uno de nosotros. Abramos ese capullo cultivemos el alma y dejemos que florezca dentro de cada uno. Porque en cada alma hay una belleza que ningún otro ser posee. Su Belleza es incomparable. Dios se regocija cuando observa el alma humana.

Esta es la fuente de todos los grandes pensamientos de amor, a través de ella, fluyen los más hermosos sueños, pues cada alma es un universo pequeño ilimitado de amor que transita su propio camino en el gran universo Dios….

¡Cultivemos el Alma para que florezca el verdadero amor a Dios….!
MEBA

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