Naturaleza Fractal.Geometría Sagrada y Números.

https://youtu.be/ME-bLr7mGL4?si=CvkJGbh-N4d0MgVI

La Geometría Sagrada, también conocida como Geometría Sustentable, es el estudio de la matemática de la vida. Es decir, estamos hablando de una especie de metáfora de la forma en que se ordena el universo. 
Así pues, centra su versado de virtudes y hechos en el estudio de patrones, sistemas, proporciones, códigos y símbolos. Todos ellos, además, subyacen en una especie de fuente de vida que aúna espíritu y material.


Podríamos decir, en palabras de Arturo Ponce de León, uno de los grandes estudiosos de la Geometría Sustentable, que estamos hablando de la huella digital de la Creación. Hay quienes dicen que la Geometría Sagrada nace en la cultura árabe primordialmente como tal. Sea como fuere, se ha practicado desde hace muchos siglos, puesto que su conocimiento se vincula a antiguas civilizaciones enteras.

Actualmente, encontramos que existen grandes manifestaciones culturales relacionadas con esta geometría. Desde los egipcios a los renacentistas, pasando por mayas, hindúes persas o mayas, en todas sus culturas se ha desarrollado, aunque tal vez no con este nombre, o no sabiendo a ciencia cierta de qué se trataba concretamente. 

La geometría es lenguaje de vida, hecho que ha sido adoptado e imitado por todas las culturas de la historia humana. Por eso, en sus conocimientos y manifestaciones artísticas encontramos gran cantidad de ejemplos.

En otras palabras, la geometría sagrada forma parte de todo cuanto conocemos, desde las estrellas, los planetas, las galaxias, las plantas, los animales, hasta nosotros mismos, la especie humana. En sí misma la palabra geometría quiere decir medición de la Tierra. Viene de la palabra Geo que significa Tierra y Metría, la forma de medir que tenían los antiguos egipcios las crecidas del Nilo. Es la matemática del espacio. Todas las ciencias en Egipto eran sagradas, es decir, la pintura, la medicina, la arquitectura o la astronomía. Todas ellas eran artes sagradas que veneraban. De ahí que la geometría también se le llame sagrada.

La geometría sagrada es la base de la construcción de todo el Universo. De ahí que Platón decía “Dios Geometriza eternamente”. Platón explicaba que el Universo tangible y observable responde a un modelo constituido por formas perfectas ordenadas matemáticamente en un universo armónico intangible e invisible. De ahí razonaba que el mundo material era una proyección imperfecta de la totalidad del cosmos. Esto es lo que conocemos por la alegoría de la caverna, la cual explica que el mundo físico no es más que las sombras proyectadas sobre la pared del verdadero mundo de las ideas.

La geometría es el conocimiento de lo eternamente existente. Pitágoras

La escuela de Pitágoras afirmaba que la realidad era de naturaleza matemática donde las estructuras se basan en razones aritméticas entre números enteros positivos. La teoría de la “armonía de las esferas” explicaba que el universo se rige por proporciones en armonía, donde el movimiento de los planetas está basado en proporciones musicales, es decir, cada intervalo entre un planeta y otro es una nota musical.

La geometría sagrada se relaciona con la espiritualidad al tratar de explicar la lógica del universo desde otra dimensión más elevada. La Fuente de la creación, Dios, energía cósmica o como prefieras mencionarlo, es el origen de la Vida en todas sus formas a partir de aritmética pura.

La base de la geometría sagrada – La flor de la vida

La flor de la vida la encontramos en todas las antiguas civilizaciones (Egipto, China, Mayas, etc.). Es la semilla de la vida junto con el cubo Metratón de donde parte los cinco sólidos platónicos.

La flor de la vida es el perfecto resumen de todas las medidas del universo.

El patrón geométrico de la flor de la vida es una figura compuesta por diecinueve círculos iguales de donde nacen treinta y seis arcos que forman un hexágono. Para el experto en geometría sagrada, Drunvalo Melchizedek, esta figura está presente en el fondo de nuestra consciencia.

El nombre nace porque representa las distintas fases de un árbol frutal; del árbol nace la flor, de esta la fruta que origina la semilla que vuelve al árbol. Como los propios ciclos circulares de la naturaleza que siempre está en continuo cambio, la flor de la vida simboliza el origen y la conexión de todo.

El ser humano está constituido por patrones geométricos

Nacemos a partir de una sola esfera, que se divide en dos círculos entrelazados, dando lugar a la Vesica Piscis y a partir de ahí surgen los cinco sólidos platónicos.

El ADN humano está formado por una doble hélice constituida por una serie de pentágonos dobles, por lo que podemos decir que la geometría sagrada es la base de nuestros genes.

Nuestra geometría interna activa ciertos códigos de información en nosotros. Esto es algo que va mucho más allá del intelecto. Nuestra mente racional rechaza esta información porque nuestros sentidos no pueden captar esta información.

Nuestros sensores están diseñados para el mundo material y no para el mundo intangible y energético. De ahí que no podamos ver por ejemplo los átomos, escuchar los ultrasonidos o tocar la gravedad.

En realidad hay una infinidad de cosas en el mundo invisible que no pueden captar nuestros sentidos, ni la ciencia aun, pero eso no significa que no exista. Hay que cambiar ese paradigma de si no lo veo no lo creo porque nos cerramos a una realidad que va más allá de los sentidos. Una realidad donde todo es posible.

Podemos armonizar nuestro ser interno usando las estructuras de la flor de la vida y el cubo de Metatrón junto a los sólidos platónicos. Nos ayudan a conectar con el campo cuántico del cosmos infinito para calmar la mente analítica y adentrarnos en los códigos del espíritu y la eternidad.

El investigador Drunvalo Melchizedek, moderno divulgador del Merkaba, describe la figura que forman ambos tetraedros como un tetraedro estrellado, similar a una Estrella de David en tres dimensiones. Hay una dimensión para el campo magnético, otra para el campo eléctrico y otra para el campo físico. La rotación de dos de estos campos en sentido contrario a gran velocidad configura el vehículo ascensional Merkaba, que se parece a la estructura de una galaxia. 
Para activar el Merkaba hay que hacer rotar a una velocidad cercana a la de la luz el campo de energía invisible alrededor del cuerpo humano, con su centro en la columna vertebral. Cuando se ha activado es posible llevar la conciencia a dimensiones superiores.


Tras recargarse energéticamente y trabajar con el corazón para sanarlo de las consecuencias de los golpes que ha recibido en la vida, uno se encuentra en un estado óptimo para activar los campos electromagnéticos propios:   “Al principio estos campos van a girar a un tercio de la velocidad de la luz y van a formar un campo con forma de manzana.   Si aumentas esta frecuencia aún más, la energía adopta una forma elíptica.   Éste es tu Merkaba, señala Drunvalo.

Cuando se ha aprendido a activar el Merkaba uno se siente en un estado óptimo para enfrentarse a todos los retos de la vida.   El trabajo con el Merkaba supone un cambio en la vida y una respuesta a las inquietudes que cada persona tenga.

Es un método de meditación y énfasis en reforzar el campo bioeléctrico del eje hipotálamo-hipófisis. Cambia el aura de dicho eje; descubres nuevas formas sencillas y prácticas para relajarte en su actividad cotidiana. Aprender los pasos básicos de la meditación Merkaba no es suficiente para experimentar plenamente los beneficios psico-espirituales que aporta un Merkaba activado.

También resulta fundamental la apertura del corazón y la experiencia del Amor Divino. De ahí el interés de explorar formas especiales de abrir el corazón despertando la compasión, el amor incondicional y la armonía interna, a la vez que se facilitan los medios para tener una experiencia directa con el Amor Divino. “La experiencia directa de nuestro potencial más grande nos brinda la oportunidad de ir mucho más allá de lo que pueden enseñar las palabras y los libros. La mayoría de las personas que lo practican experimentan sensaciones de energía y apertura del corazón como nunca lo habían logrado.

Generalmente, se crea un lazo muy fuerte entre otras personas y el sentimiento de familia nutre a todos a tu alrededor. Descubres cosas sobre tí mismo que no sabías o que no recordabas”, concluye Drunvalo.

Gracias a la meditación podemos conectar con la vibración de la geometría sagrada interna para acceder e instalar en nosotros los códigos que estaban dormidos y reactivarlos para volver reconectar con el amor infinito.

La geometría sagrada permite el orden dentro del caos y acceder a la información del cosmos.

FUENTE http://violetadedios.wordpress.com/geometria-y-merkaba/

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