En estos momentos, mientras
suspiramos por una vida sin problemas y dificultades. Nuestro tiempo no se
detiene… Y, la mente tampoco. En el entorno, existe mucha tensión y ansiedad;
y, dentro de nosotros, hay incluso momentos de carencia de luz. Aquí sugiero que
recordemos que “el roble crece fuerte a través de los vientos contrarios y que
los diamantes se forjan bajo presión”.
El amor es la esencia
de la vida humana, y el pensamiento es la existencia de la vida que proviene
del amor. La palabra y la acción, por lo tanto, que fluyen del pensamiento, no
provienen verdaderamente de éste, sino del amor que lo pueda sustentar.
El ser humano ES lo que
se hace y se constituye en sí mismo, siendo el principio rector que rige la
vida de este. Con esta concepción, nos distinguimos de otros.
El darnos cuenta de
quienes somos, nos induce a tomar conciencia y nos lleva a despertar el hermoso
SER que si somos
...Meba...
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