Todo el deseo de ver la luz", más que deseo, es la necesidad de nuestro Ser interno de que reconozcamos de una vez por todas que somos pura luz pura. Infinitas son las formas en que tratará el Alma de comunicarse. Cuántico es su lenguaje. Atemporal su esencia y es Inminente escuchar.
Desde hace más de una década en nuestro país como en el mundo entero, se
escuchan palabras no gratas y poco alentadoras cuyo efecto es empoderar el
miedo, la rabia y el odio colectivo y personal. Generando el galope abrumador
de las balaceras, tiroteos, redadas, desaparecidos, persecuciones, un sin fin de
circunstancias que paulatinamente se están volviendo y ya son parte del habla
cotidiana en este país tan hermoso y vivo. Estamos impactados. Cierto! Pero
cada quien se impacta como le toca y como lo ha elegido. Nos hacemos eco, y
aceptamos como hecho que ya todo está dicho y hecho, que entramos en un
callejón sin salida, y esto no es así, si nosotros no lo permitimos.
Esta es una invitación abierta a abandonar el miedo y a entregarnos al amor. Cuando entendamos, que quien genera tal situación acumula en su interior mayor cantidad de miedo que nosotros, vive aterrorizado, no es nada fácil levantar la mirada ante su propia esencia, observarse en el espejo, ver el retrovisor de su vida y mirar al frente. Sabe que sus acciones no generan un futuro sustentable, que perdió la alegría de estar ligero y libre de ser quien es realmente. Ha logrado que el miedo y el terror se apoderen de él. Cuelga y su corazón nos pide a gritos que actuemos… Líbérame!!!
¿Lo escuchan? De tras de cada acción, de cada palabra hay un grito
de desesperación, que pide a gritos salir de ese infierno. Escuchemos y
observemos con el corazón.
Lo que la vida nos pide a gritos, lo que cada acción nos grita es UNIDAD y EMOCIÓN COHERENTE con el corazón, que es el retornar a lo que somos en realidad: GENTE DE BIEN y BUENA VOLUNTAD, y parar este sueño colectivo tan bizarro y oscuro. Que nos cierra caminos de libertad. Nos está diciendo que este es, el aquí y el ahora en donde nos toca como colectivo y como ciudadanos co-crear y de participar desde el corazón y la luz interior.
Cada suceso, experiencia nos evidencia que hay quienes buscan o requieren
grandes dosis de información para despertar, hay quienes buscan o requieren
eventos dolorosos y enfermizos, hay quienes simplemente se dan cuenta de que
algo ha cambiado. El llamado es colectivo es individual y de acuerdo a lo
andado de cada quien como ciudadano y como colectivo será la experiencia de
despertar. Para ponerle un nombre, Osho nos dice que en ocasiones nuestra
conciencia necesita "estados de emergencia", es decir, instantes,
espacios por los cuales colarse y estallar para que cambiemos algo que va en la
dirección incorrecta, aunque no nos lo parezca.
Será entonces, que requerimos con urgencia estados de emergencia
de mayor envergadura. Asombrosamente, estos pequeños momentos suceden
sincrónicamente en el Universo buscando el EQUILIBRIO y
Es muy cierto… ya lo dije en otro espacio, que cada humano es el capitán de su propio barco. Cada uno tiene libre albedrío y puede decidir acerca de su creación dentro de su propio SER. Sin embargo, también es cierto que algunos necesitan estar cerca del peligro para abrir su corazón y salir del letargo. Algunos incluso han de irse de este plano material para seguir su crecimiento en otros sitios. Algunos ya no necesitan sufrimiento, pena o peligro para comprender. Lo interesante son tantas cosas sucediendo que pareciera indicarnos que la mayoría necesitamos urgentemente estos "estados de emergencia" de alta intensidad.
Mi conclusión: Lo que se está creando en nuestras mentes está tan, pero tan desordenado que la realidad se nos está devolviendo de maneras aún más monstruosas. Perdimos el rumbo HUMANO, el rumbo CIUDADANO. Señores!!!! Evitemos con acciones esos “estados de emergencia”. Mi OPCIÓN Seamos la solución y no el problema.
Qué hacer: Ordenar lo que si queremos, en ves de los que no
queremos, confiar en que si podemos centrarnos, enfocarnos y concienciar cada
segundo de nuestra vida en ocuparnos en ser mejores personas, en ser gente de
bien y de buena voluntad., retornar a
¿Qué me dices?
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