El ego y su escondite

 


Érase una vez un niño que descubrió el arte de esconderse tan perfectamente que resultaba imposible encontrarlo.

Un día se enteró de que andaba buscándole su papá para llevarlo al odontólogo, a él no le gustaba ir, y entonces decidió esconderse en el lugar que había encontrado. Su papá no lo pudo encontrar, de modo que lo dejó en paz y se regresó a la oficina. Pero no por mucho tiempo, porque, conocía a su hijo, y se le ocurrió un ingenioso truco.

Regresó de nuevo y dijo: Mi hijo es un genio, desapareció, logró esconderse muy bien, tan perfectamente que no lo puedo encontrar, sin embargo, hoy le tengo una sorpresa y lástima que no la vaya a disfrutar

El niño pegó un salto ¡cual sorpresa papá!: ¿Dónde está mi sorpresa? Justamente aquí, respondió el papá mientras tomaba al niño y se lo llevaba consigo.

...Meba...

"Todo lo que hace falta para descubrir al 'ego' 
es una palabra de adulación o de crítica".

 

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