Alguien me contó



Un filósofo oriental contaba que en una ocasión que iba de viaje por la costa, decidió descansar en una playa muy bonita. Un buen día salía de paseo por la playa y a lo lejos diviso a quien le pareció un bailarín, lo que llamo profundamente su atención, pues le era difícil encontrar alguien que bailara tan animadamente solo al compás de la música de las olas.

A medida que se acercó, logro ver que lo que en realidad sucedía era que el personaje recogía de la playa una estrella de mar, luego corría hacia el mar y cuando ya estaba lo más cerca posible de las olas la tiraba más allá de donde reventaban.

Entonces el filósofo le pregunta curioso, que es lo que estaba haciendo y el personaje le dice: “como quiera que la marea está bajando y el Sol está muy fuerte es casi seguro que las estrellas de mar que no estén en el agua morirán”. El filósofo le repica: “Pero son tantos kilómetros de playa, y tantos miles de Estrellas de Mar que no tiene mayor importancia que salves unas cuantas”.

El muchacho, sin contestar nada recoge otra Estrella de Mar y la lleva hacia el agua tirándola lo más lejos para que quede protegida, y luego retorna hasta donde el filósofo diciéndole: “Para esa Estrella si ha tenido significado” y luego continuo con su cometido.

El Filósofo quedo algo contrariado y luego de meditar en ello toda la tarde, al día siguiente fue a la Playa temprano, busco al muchacho y se quedó el resto del día con el recogiendo “Estrellas de Mar” y tirándolas al agua.


MORALEJA:
Es importante conocer nuestra posición en la vida, saber que hay cosas muy grande y también cosas pequeñas, pero no por eso menos importantes. Es necesario trascender en la naturaleza siendo necesarios e importantes por lo que hacemos por el mundo y no por lo que el mundo hace por nosotros.
(Anónimo)

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