Hakuin, un maestro Zen, vivía en una
aldea del Japón. Era tenido en alta estima y la gente acudía a él en busca de
enseñanzas espirituales. Un día, la hija adolescente de su vecino quedó
embarazada. Cuando los padres, furiosos, exigieron conocer el nombre del padre,
ella finalmente dijo que se trataba de Hakuin, el maestro Zen. Llenos de ira,
los padres buscaron a Hakuin, lo llenaron de improperios y le dijeron que su
hija había confesado que él era el padre. Pero el maestro se limitó a decir,
"¿De veras?"
La noticia del escándalo se difundió por
toda la aldea y más allá de sus confines. El maestro perdió su reputación, pero
no le importó. Nadie acudió nunca más a visitarlo, pero él permaneció
inmutable.
Cuando nació el bebé, los padres se lo
llevaron a Hakuin. "Usted es el padre, de manera que tendrá que hacerse
cargo". El maestro le proporcionó todo su cariño al bebé. Un año más
tarde, la madre, arrepentida, confesó que el verdadero padre era un joven que
trabajaba en la carnicería.
Desolados, los padres acudieron a
presentar sus disculpas a Hakuin y a solicitar su perdón. "Realmente lo
sentimos mucho, hemos venido a llevarnos el bebé. Nuestra hija confesó que
usted no era el padre". "¿De veras?" Fue todo lo que dijo cuando
les devolvió al bebé.
El maestro reacciona exactamente de la
misma manera ante la falsedad o la verdad, las buenas o las malas noticias.
Permite que la forma del momento, buena o mala, sea como es, de manera que no
se involucra en el drama humano. Para él, lo único que existe es el momento
presente, y ese momento es como es. No personaliza los sucesos. No es víctima
de nadie. Está tan íntimamente unido con lo que sucede, que el suceso no puede
ya ejercer poder sobre él.
Es solamente cuando ponemos resistencia a lo que sucede,
que quedamos a merced de los sucesos y entonces somos felices o infelices.
El sabio dice: "no me importa lo
que pueda suceder". ¿Qué implica no inmutarse ante las cosas que puedan
suceder? Implica estar internamente
alineados con lo que sucede, con el momento presente, el cual es siempre como
es. Estar en consonancia con lo que es significa estar en una relación con las
cosas que suceden, en la cual no hay resistencia interior. Significa no calificar mentalmente los sucesos
como buenos o malos, sino dejar que las cosas sean.
No hay comentarios:
Publicar un comentario