Aceptar el presente




Los acontecimientos muchas veces no son lo que parecen, la vida nos depara sorpresas”.

Cuento popular del sabio campesino y su caballo

“Una historia popular china habla de un campesino sabio que tenía un viejo caballo para cultivar sus campos. Un día, el caballo escapó a las montañas. Cuando los vecinos del anciano campesino se acercaban para consolarlo, y lamentar su desgracia, el sabio campesino les replicó: Veremos lo que trae el tiempo…

Varios meses después, el caballo volvió de las montañas trayendo consigo una preciosa yegua embarazada. Entonces los vecinos felicitaron al campesino por su buena suerte. Este les respondió: Veremos lo que trae el tiempo…

Cuando el pequeño potro creció y el hijo del campesino intentó domarlo, cayó y se rompió una pierna. Todo el mundo consideró esto como una desgracia. No así el sabio campesino, quien se limitó a decir: Veremos lo que trae el tiempo…

Una semana más tarde, el ejército entró en el poblado y fueron reclutados todos los jóvenes que se encontraban en buenas condiciones. Cuando vieron al hijo del campesino con la pierna rota le dejaron tranquilo. Veremos lo que trae el tiempo…

El sabio campesino dijo ¿Lo entendéis ahora queridos vecinos? Los hechos no son ni buenos ni malos en sí mismos, lo que nos hace sufrir son las opiniones y juicios que tenemos de ellos. Hay que esperar a cómo afectan a nuestro devenir.”

La vida da muchas vueltas, y su desarrollo es a veces tan paradójico. Hay que saber esperar, y saber confiar en Dios, porque todo es para bien.

Los hechos que nos suceden no son ni buenos ni malos en sí mismos, lo que los hace parecer buenos o malos son nuestros juicios de valor, nuestras creencias y las suposiciones que hacemos con respecto a ellos.

Lo mejor es aceptar el presente, “rendirse a lo que es”, aquí y ahora… el mañana vendrá y muy probablemente, aquello que ahora pueda parecer duro, difícil, o doloroso y oscuro… brotará en forma de fortaleza, madurez, armonía, bienestar y luz… porque todo sucede con un propósito evolutivo para nuestras vidas.

En el trascurso de nuestra vida pasamos por diferentes situaciones, unas muy buenas y otras no tanto, lo importante en cada una de ellas son sus enseñanzas. Con el tiempo y la madurez aprendemos a aceptar los hechos, sin sacar conclusiones precipitadas. Una cosa estoy convencida, es que al final todo pasa por nuestro bien. Lo único que depende de ti y de mí es la actitud con la que decidamos vivir día tras día.

Lamentablemente a veces, tendemos a dar vueltas una y otra vez sobre las mismas cosas, pero este tipo de actitud no nos lleva a ningún sitio.

La actitud más inteligente ante cada suceso es nuestra neutralidad. Debemos aprender a esperar y ver como esos hechos nos afectan, nos cambian o nos hacen evolucionar a un mejor futuro. Si cada circunstancia o suceso que vivimos decidimos contemplarlo desde una actitud neutral sin juicios ni opiniones negativas, con esta posición estaremos anclando un hábito invaluable que incrementará nuestra serenidad y sabiduría. 

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