Breve
reseña
Este libro fue Publicado en
Estados Unidos en el año 1937, este año, fue considerado como uno de los peores
años de la Gran Recesión. El libro titulado Piense y hágase rico inauguró
el género de la literatura de superación personal, más conocido en nuestros
días como autoayuda. Esta obra pionera se convirtió desde entonces, en un éxito
instantáneo gracias al boca a boca y ha sido desde su publicación traducida a los
principales idiomas europeos así como al chino, el hindi, el árabe y el
japonés.
Desde su publicación del libro Piense y hágase rico se han
vendido más de 70 millones de copias legales. Es considerado la guía
práctica de negocios más relevante del siglo XX, sus sucesivas ediciones
han venido avaladas por los testimonios de personalidades de la empresa, la
política y el deporte.
Desde su publicación, Napoleón
Hill desencadenó una enorme polémica que continúa afectando al género de la
superación personal. Mientras sus innumerables partidarios subrayan su maravillosa
utilidad a la hora de guiar y encauzar los períodos de crisis, cambio y
transición, sus detractores lo atacan por considerarlo un voluntarismo vano,
sensacionalista y superficial. Lo cierto es, que este asunto ha sido objeto de
diversos estudios, algunos de los cuales respaldan la efectividad de la
autoayuda como sustituta de la terapia. En cambio, otros la ponen en tela de
juicio.
Independientemente como fuese
considerado, lo cierto es que el libro Piense y hágase rico inauguró
una nueva época. Salvando las obvias distancias temporales y culturales, buena
parte de los libros de negocios y autoayuda actuales son deudores del enfoque
pragmático y la metodología práctica expuestos por Napoleón Hill, así como su
estilo directo, personal y exhortador.
Piense
y hágase rico
Todo ser humano que alcanza la
edad de comprender la razón de ser del dinero
quiere conseguirlo. Pero quererlo no
basta. Hay que desear la riqueza con
un estado mental que se convierta en una obsesión, y luego planificar formas y medios definidos para adquirirla y ejecutar
estos planes negándose a aceptar el fracaso.
En este libro práctico
aprenderemos la magia de la
autodirección, la planificación organizada, la autosugestión y las asociaciones
inteligentes. Junto a un sistema revelador de autoanálisis, planes
para vender sus servicios personales y ejemplos
de grandes hombres, aprenderemos a ser
dueños de nuestro propio destino y a usar el poder que tenemos de controlar
nuestros pensamientos.
En este libro se habla del
secreto de cómo ganar dinero, un secreto que contó Andrew Carnegie y que
funciona con más éxito cuando uno se descubre y surge de forma evidente.
Si usted ha estado desanimado
o ha tenido que superar dificultades extraordinarias, si ha intentado algo y ha
fracasado, si se ha visto disminuido por la enfermedad o defectos físicos, la
aplicación de la fórmula de Carnegie puede demostrarle que en el Desierto de la Esperanza Perdida, existe el oasis que usted ha
estado buscando.
Este libro es el fruto de
veinte años de investigación en los que analicé a centenares de hombres
famosos, muchos de los cuales admitieron que habían acumulado sus vastas
fortunas mediante la ayuda del secreto de Carnegie. Entre ellos: Henry Ford, Thomas Edison, John D.
Rockefeller, Alexander Graham Bell y Jennings Randolph.
No he conocido a nadie que,
inspirado por el secreto, no alcanzara un éxito notable en el campo que hubiera
elegido. La clave para conocerlo reside en una frase del propio Carnegie: “¡Todo logro, toda riqueza ganada tiene su
principio en una idea!”. Es decir, los
pensamientos son cosas. Este
libro le ayudará a crear ideas útiles y a entender que todo aquello que la mente humana pueda concebir y creer puede
alcanzarse.
Pero ¿qué hay del hombre que
no tiene el tiempo ni la inclinación para estudiar el fracaso en busca del
conocimiento que pueda conducirlo al éxito? ¿Dónde y cómo va a aprender el arte
de convertir los fallos en escalones
hacia la oportunidad? Lo que sigue se ha escrito precisamente para
responder a esas preguntas y para cambiar nuestro enfoque, que debe
reorientarse del fracaso al éxito.
Del
deseo a la autosugestión
Todo comienza con un deseo ferviente y obsesivo que orienta
la acción y que debe traducirse en un propósito
inicial y preciso que nos permita aprovechar
las oportunidades cuando éstas surjan.
Por tanto, el deseo es el primer paso hacia la riqueza.
No obstante, este deseo debe ser
vehemente, palpitante y al mismo tiempo definido. No bastan las ganas y la
esperanza, sino que debemos estar dispuestos a quemar todas nuestras naves y a
apostar nuestro futuro a nuestra capacidad para conseguir lo que queremos.
Un
deseo ardiente de ser y hacer es el punto inicial desde el
que el soñador debe lanzarse. Pero los sueños no están hechos de indiferencia,
pereza o falta de ambición. Recuerde que los que triunfan suelen tener un mal
comienzo y que pasan por muchas dificultades antes de llegar. El cambio en las
vidas de las personas de éxito suele surgir además en el momento de alguna
crisis, a través de la cual les es presentado “su otro yo”.
En definitiva, no es lo mismo suspirar por algo que
hallarse preparado para recibirlo. El estado mental inicial debe ser la convicción, y no la mera esperanza o el
anhelo. La mente abierta es esencial
para creer, la cerrazón de ideas no
inspira fe, ni coraje ni convicción. Precisamente esta FE, que consiste entre
otras cosas en aceptar que no hay
limitaciones para la mente, es el segundo paso hacia la riqueza. La fe es una de las principales
emociones positivas y puede acrecentarse con la afirmación o con reiteradas
instrucciones al subconsciente a través de la autosugestión. Es decir:
Mediante
la autosugestión convencemos al subconsciente de que crea que recibirá lo que
pide. A su vez, el subconsciente nos devolverá esta creencia en forma de fe
acompañada de planes precisos para lograr lo que deseamos. Esto es así porque
todos los pensamientos que han sido emocionalizados y mezclados con la fe
empiezan a traducirse en su equivalente físico.
Teniendo en cuenta que
nosotros somos los creadores de
nuestro propio infortunio a causa de las creencias negativas, nada impide que
embauquemos a nuestro subconsciente mediante otras instrucciones de carácter
positivo que aceptará y ejecutará de inmediato. Para conseguirlo, debe poner
por escrito algún planteamiento de su propósito principal u objetivo primordial
de forma precisa, memorizarlo y repetirlo en voz alta todos los días hasta que
las vibraciones auditivas hayan alcanzado su subconsciente.
Quizá al hacer esto realice un
inventario de sus recursos y capacidades mentales y descubra que su mayor
debilidad sea la falta de confianza en sí mismo. Esta desventaja también puede
superarse por medio de la autosugestión.
Para empezar: repítase que tiene la capacidad de alcanzar el
objetivo marcado y que se exige y se promete acción perseverante y continua
hasta conseguirlo.
- A continuación, y puesto que los pensamientos
dominantes de su mente se traducirán en actos externos y físicos, dedique media
hora del día a pensar en la persona en que se propone convertirse para crear
una imagen mental clara de la misma.
-
En tercer lugar, dedique diez minutos al día a
pedirse una mayor confianza en sí mismo.
- Después, recuérdese que no debe dejar de
esforzarse hasta que haya conseguido la suficiente confianza en sí mismo para
alcanzarlo.
Por último, escriba, firme y
repita en voz alta cada día la siguiente declaración:
“no
hay riqueza ni posición que pueda durar mucho tiempo a menos que se haya
formado sobre la lealtad y la justicia;
por tanto, no participaré en ninguna transacción que no beneficie a todos a los
que afecte. Tendré éxito atrayendo hacia mí las fuerzas que deseo emplear y la
cooperación de otras personas. Induciré a otros a servirme por obra de mi
disposición a servir a otros. Eliminaré el desprecio, la envidia, los celos, el
egoísmo y el cinismo y cultivaré el amor a toda la humanidad porque sé que una
actitud negativa hacia los demás nunca me dará éxito. Haré que los demás crean
en mí porque yo creeré en ellos y en mí mismo”. (Piense
y hágase rico. De Napoleón Hill)
Una vez asentado el deseo de
riqueza, para transmutarlo en su equivalente monetario debe realizar estos seis
pasos prácticos y concretos:
1. Determine
la cantidad exacta de dinero que desea.
2. Determine
con exactitud lo que se propone dar a cambio de ese dinero.
3. Establezca
un plazo determinado el que se propone poseer el dinero.
4. Trace
un plan preciso para llevar a cabo su deseo y empiece de inmediato sin que
importe si se halla preparado o no.
5. Escriba
todo lo anterior.
6. Lea el
memorándum en voz alta dos veces al día, una antes de acostarse y otra al
levantarse. Mientras lo lee, vea, sienta y piénsese ya en posesión del dinero.
Un ejemplo de inicio de
memorándum sería el siguiente:
El [fecha] seré poseedor de
[cantidad] que afluirá a mí en diversas sumas en un plazo de [plazo]. A cambio
de ese dinero prestaré los servicios más eficientes de que soy capaz en la
mayor cantidad posible y con la mejor calidad como [servicio o mercancía que se
propone vender].
Para el no iniciado, que no se
ha educado en los principios fundamentales de la mente humana, quizá estas
instrucciones parezcan poco prácticas. Pero debe saber que los seis puntos
recomendados fueron cuidadosamente estudiados por Thomas A. Edison, quien les
estampó su sello de aprobación por ser esenciales no sólo para la acumulación
de riqueza, sino para la consecución de cualquier objetivo. La aplicación
eficaz de estos pasos exige imaginación para que veamos y comprendamos que la
acumulación de dinero no puede dejarse al azar, la buena suerte o el destino.
Todos lo que han logrado amasar grandes fortunas primero han soñado, anhelado,
pensado y planificado antes de ganar el dinero.
A su vez, esta imaginación
requiere concentración, una cualidad que igualmente podemos fomentar de forma
práctica. Como ha escrito la cantidad de dinero exacta que desea, por lo menos
una vez al día concéntrese en esa cantidad con los ojos cerrados hasta que
pueda ver el aspecto físico del dinero. A medida que progrese en este
ejercicio, sumado al de la autoconfianza y la autosugestión, llegará a verse a
sí mismo con el dinero y posteriormente prestando el servicio o proporcionando
la mercancía que se propone dar a cambio de dinero.
Aportes de: Leader Summaries (2003-2020).
Resumen del libro: http://torok.com.ar/documents/Resumen%20del%20Libro%20PIENSE%20Y%20H%C3%81GASE%20RICO%20de%20Napole%C3%B3n%20Hill.pdf
Libro completo: https://www.creaturealidad.com/NapoleonHill.pdf
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